En el mundo solo existen seis. Con ocho metros y medio de alto, por dos metros de ancho, este precioso elemento decorativo atrae al público para transportarse al paseo de sus coloridas aguas, que a medida que van subiendo marcan de un lado los minutos y del otro las horas.
El líquido de color recorre un sistema de vasos que se comunican y bajan a una esfera mayor en la parte de abajo del reloj. Se utilizan doscientos cincuenta litros de agua en ciento veinte metros de tubos de vidrio.
Proyectado por el físico francés Bernard Gitton, el reloj de agua se constituye en atracción especial de Albrook Mall, rodeado por un diseño paisajista. La vegetación es el escenario ideal para enmarcar este impactante atractivo turistíco. Los visitantes podrán adquirir souvenirs alusivos al mismo en un kiosco ubicado en esta área.
Propuesta de: Gicela Coronado de Vallejos, Margarita de Castro, Rita de Lam, Mariela Vilar.
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